La
sociedad actual ha sufrido varias transformaciones debido a los constantes
cambios en el contexto económico, político, cultural y social; sin embargo, las
habilidades directivas para manejar la vida, una organización y la interacción entre las personas no han experimentado
modificaciones: habilidades como las personales, interpersonales, intrapersonales,
de grupo, de comunicación (Acuña, 2013, 36). Asimismo, los directivos, con sus
diversas capacidades, ejercen un buen liderazgo al lograr las metas en conjunto
con su equipo de trabajo. A continuación, se indicarán ejemplos de habilidades
directivas que hay que tomar en consideración en la búsqueda de la eficiencia
en la dirección de una organización.
Primeramente,
sería muy significativo que leyeran el libro u observarán la película sobre la técnica
administrativa llamada Gung Ho. Blanchard & Bowles (2011)
exponen que este lema significa “trabajar juntos” y muestran tres aplicaciones
para el campo de la dirección, por medio de los personajes de Andy y Peggy: el espíritu
de la ardilla, el método del castor y el don del ganso. Peggy es una líder con visión
con una actitud de iniciativa y compromiso. Esta nueva gerente muestra sus
habilidades al tener el valor para tomar las decisiones oportunas, innovar el
clima organizacional y promover el cambio en la planta con el fin de evitar el
cierra de la empresa y aumentar la productividad de la misma. Peggy
sabe negociar, es asertiva y colaboradora, manifiesta optimismo y se comunica
eficazmente (Acuña, 2013, 34-38). Éstas son sus habilidades directivas
personales, interpersonales, intrapersonales, de grupo y de comunicación.
Por
otro lado, Andy es un ejemplo de promoción del talento humano. Este personaje
colabora con sus empleados para que colectivamente logren los objetivos de la
empresa. Andy utiliza la capacidad de su fuerza laboral para cumplir con la
misión de su departamento. Sus empleados comprenden la meta que deben conseguir
y entienden cuál es la importancia de su trabajo (espíritu de la ardilla). Andy
facilita el entrenamiento de sus subordinados, quienes saben qué trabajo
realizar porque él delega las funciones de forma clara tomando en cuenta las necesidades,
pensamientos y sus conocimientos en el área (método del castor). Además, Andy fomenta la satisfacción de su recurso humano para
que trabajen motivados al felicitarlos por su desempeño (don del ganso) (Acuña, 2013, 41).
En conclusión,
las habilidades directivas son fundamentales para ejercer el liderazgo, el cual
debe propiciar la participación de su fuerza laboral. Una buena gestión del
talento humano implica que el líder debe evidenciar su capacidad de decisión y compromiso,
propiciar un clima organizacional favorable, trabajar mucho con su equipo bajo
la misma línea, es decir, orientados por la misión y la visión de la empresa. Así,
el líder dirigirá a sus subordinados al influir positivamente en su trabajo mostrando
un interés por su satisfacción y guiándolos al alcance de los objetivos
organizacionales (Garbanzo & Orozco, 2010, 23-24).