domingo, 14 de agosto de 2016

Gung Ho: Habilidades directivas que deben ponerse en práctica

La sociedad actual ha sufrido varias transformaciones debido a los constantes cambios en el contexto económico, político, cultural y social; sin embargo, las habilidades directivas para manejar la vida, una organización y  la interacción entre las personas no han experimentado modificaciones: habilidades como las personales, interpersonales, intrapersonales, de grupo, de comunicación (Acuña, 2013, 36). Asimismo, los directivos, con sus diversas capacidades, ejercen un buen liderazgo al lograr las metas en conjunto con su equipo de trabajo. A continuación, se indicarán ejemplos de habilidades directivas que hay que tomar en consideración en la búsqueda de la eficiencia en la dirección de una organización.


Primeramente, sería muy significativo que leyeran el libro u observarán la película sobre la técnica administrativa llamada Gung Ho. Blanchard & Bowles (2011) exponen que este lema significa “trabajar juntos” y muestran tres aplicaciones para el campo de la dirección, por medio de los personajes de Andy y Peggy: el espíritu de la ardilla, el método del castor y el don del ganso. Peggy es una líder con visión con una actitud de iniciativa y compromiso. Esta nueva gerente muestra sus habilidades al tener el valor para tomar las decisiones oportunas, innovar el clima organizacional y promover el cambio en la planta con el fin de evitar el cierra de la empresa y aumentar la productividad de la misma. Peggy sabe negociar, es asertiva y colaboradora, manifiesta optimismo y se comunica eficazmente (Acuña, 2013, 34-38). Éstas son sus habilidades directivas personales, interpersonales, intrapersonales, de grupo y de comunicación.

Por otro lado, Andy es un ejemplo de promoción del talento humano. Este personaje colabora con sus empleados para que colectivamente logren los objetivos de la empresa. Andy utiliza la capacidad de su fuerza laboral para cumplir con la misión de su departamento. Sus empleados comprenden la meta que deben conseguir y entienden cuál es la importancia de su trabajo (espíritu de la ardilla). Andy facilita el entrenamiento de sus subordinados, quienes saben qué trabajo realizar porque él delega las funciones de forma clara tomando en cuenta las necesidades, pensamientos y sus conocimientos en el área (método del castor). Además, Andy  fomenta la satisfacción de su recurso humano para que trabajen motivados al felicitarlos por su desempeño (don del ganso)  (Acuña, 2013, 41).


En conclusión, las habilidades directivas son fundamentales para ejercer el liderazgo, el cual debe propiciar la participación de su fuerza laboral. Una buena gestión del talento humano implica que el líder debe evidenciar su capacidad de decisión y compromiso, propiciar un clima organizacional favorable, trabajar mucho con su equipo bajo la misma línea, es decir, orientados por la misión y la visión de la empresa. Así, el líder dirigirá a sus subordinados al influir positivamente en su trabajo mostrando un interés por su satisfacción y guiándolos al alcance de los objetivos organizacionales (Garbanzo & Orozco, 2010, 23-24). 

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